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jueves, octubre 27, 2005 

Un fuego que enciende otros fuegos


Hace un par de dias, leí algunos fragmentos de un texto del Padre Alberto Hurtado, cuya selección conjuga los textos o artículos mas importantes, o los que más han dejado huella.

La inspiración de este nuevo Santo ha hecho que muchos jovenes hagan de su vida, un ejemplo de amor a Cristo, ayudando a los pobres y más necesitados.

Es por eso que me gustaria compartir con uds. algunos párrafos de un artículo del Padre Hurtado: "El amor a Jesucristo", que habla sobre la misión del director espíritual, y que va dirigida a los jóvenes en especial.

"Uno de los medios más importantes de la educación sobrenatural, casi la base de toda educación, es infundir en los jóvenes el amor a Jesucristo. El que ha mirado profundamente una vez siquiera a los ojos de Jesús no lo olvidará jamás.

El alma del joven, al irse fortaleciendo, necesitará más y más la verdadera figura de Jesús. Del Jesús Niño debe ir pasando del Jesús adolescente, al Jesús jefe, al Jesús de la Cruz. Debe conocer un Cristo enérgico y varonil: El del sermón en la montaña, el que expulsa a los mercaderes del Templo, el que calma las tempestades, el que invita a los hombres a seguirlo dejándolo todo para poseerlo a Él. Y conocer, al mismo tiempo, a ese Cristo que es el Dios bueno que acoge al hijo pródigo, que busca a la ovejita perdida, que perdona a la Magdalena, que defiende a la adúltera y que sale en busca de Zaqueo.

¡Que fuerza sentirá el joven que pueda dialogar diariamente con este Cristo en la Eucaristía!

La misión del director espirirual es procurar que los jovenes y adolescentes conozcan la figura de Dios no solo de segunda mano, sino directamente de la Sagrada Escritura.

Jesús no debe ser para los jóvenes un mero acuerdo, un cuadro pálido, sino una realidad viva y grande a quien sometan todos sus planes, a quien descubran todas sus esperanzas y todos sus deseos, alguien que viva muy cerquita de ellos alegrándose de sus triunfos y sufriendo con ellos en sus caídas.

La suprema aspiración del joven debe ser reproducir la vida del Maestro; prolongar la Encarnación. Todo esto se resume en la gran máxima centro de toda vida espiritual: Hacer lo que haría Cristo si estuviera en mi lugar."

Los invito a reflexionar, estas sabias palabras, de quien se ha convertido un santo para nuestro país. Estas lineas, van en directo homenaje a quien se la ha jugado por los pobres y la vida social.